jueves, 15 de octubre de 2009

La Cámara de Casación rechazó el pedido de excarcelación del ex comisario Luis Patti



La Cámara Nacional de Casación Penal rechazó excarcelar al ex subcomisario Luis Patti, procesado con prisión preventiva por delitos contra los derechos humanos durante la última dictadura militar, por considerar que eludirá o entorpecerá el accionar de la Justicia.

La Sala II del tribunal desestimó el pedido de la defensa tras considerar que si Patti recupera la libertad, eludirá o entorpecerá el accionar de la justicia.Los camaristas Guillermo Yacobucci, Luis García y Gustavo Mitchell concluyeron que en el caso del ex comisario no resultaba aplicaba la doctrina "Díaz Bessone", que permite la concesión del beneficio aún en casos con delito que prevén grave sanción penal.Patti, también ex intendente del partido bonaerense de Escobar, ya había recibido la negativa de la Cámara Federal de San Martin, jurisdicción donde está procesado por los delitos de allanamiento ilegal, secuestro, amenazas e imposición de tormentos.
El ex subcomisario está acusado, además, por su presunta participación en el secuestro del ex diputado del Partido Justicialista Diego Muñíz Barreto, en la zona de Ramallo, y de la privación ilegal de la libertad y desaparición de los militantes de esa fuerza Gastón Gonzalvez, Carlos Souto, José Fernández y Guillermo D`Amico.Muñiz Barreto fue secuestrado el 16 de febrero de 1977 junto con su secretario, Fernández, y ambos fueron trasladados a la Unidad Regional de Tigre y de allí a un centro clandestino de detención que funcionaba en el interior de Campo de Mayo.

El cuerpo del ex legislador fue hallado tiempo después en el interior de un Fiat 128, en un arroyo cercano a localidad de Raíces Oeste, departamento de Villaguay, en Entre Ríos.En esta causa también están procesados el ex dictador Reynaldo Bignone, y los represores Santiago Riveros, Eduardo Espósito y Juan Fernando Meneghini, este último ex comisario de Escobar y entonces superior de Patti, cuando se desempeñaba como oficial de la Policía Bonaerense en la comisaría de Escobar.

Patti, que había resultado electo en los comicios de 2005, fue detenido en diciembre de 2007 por orden del entonces juez federal Alberto Suares Araujo, y perdió sus fueros parlamentarios en abril de 2008 luego de que la Cámara de Diputados se los quitara por falta de "idoneidad moral".
Actualmente Patti se encuentra alojado en el penal de Marcos Paz, donde, si la Corte Suprema no modifica el fallo de la Cámara de Casación, deberá aguardar el juicio oral y público.Semanas atrás la Procuración General de la Nación dictaminó que la Corte -que había resuelto que en el Congreso Nacional le tenían que tomar juramento- debe analizar el desafuero de Patti.

martes, 26 de mayo de 2009

EL JUEZ BLANCO HABILITO LA CANDIDATURA A DIPUTADO DE LUIS PATTI, PRESO POR CRIMENES DE LESA HUMANIDAD


Con la cárcel como comando de campaña

La Justicia consideró que como aún no tiene condena, Patti puede presentarse. Su candidatura había sido impugnada por organismos de derechos humanos

Por Victoria Ginzberg

Durante 25 años los familiares de las víctimas de Luis Abelardo Patti intentaron que el ex comisario respondiera judicialmente por sus crímenes. Durante más de veinte años los tribunales estuvieron cerrados para ellos. Amparado en su impunidad, el represor fue intendente y quiso ser gobernador y diputado, aspiración que no abandonó en esta elección. Los hijos y hermanos de las personas que había secuestrado y asesinado buscaron, entonces, impedir al menos que asumiera cargos públicos. Pero la Justicia les respondió que, como no pudieron condenarlo, no hay obstáculos para que sea legislador nacional. El juez federal Manuel Blanco habilitó ayer la candidatura del torturador que espera su juicio en la cárcel de Marcos Paz.

El magistrado sostuvo que el Código Electoral Nacional prevé que para que una persona sea excluida del padrón debe estar “condenada por delitos dolosos a pena privativa de libertad” y que “no existiendo condena alguna respecto del nombrado, resulta claro que la impugnación no encuadra en las previsiones objetivas normadas en la ley de la materia para prohibir la postulación de un candidato”.

En la práctica es casi imposible que Patti –si consiguiera los votos para ser electo diputado– asuma su banca. Para eso debería ser absuelto de los crímenes de lesa humanidad por los que ya está procesado y muy cerca de ir a juicio oral. Los especialistas sostienen que los fueros que podría obtener en junio no le valdrían en la causa que lo llevó a la cárcel en noviembre de 2007. De hecho, en ese año, la Cámara de Diputados lo desaforó para que el juez federal de San Martín Alberto Suárez Araujo ratificara su decisión de encerrarlo por el secuestro de Diego Muniz Barreto y Juan Fernández, el asesinato de Gastón Gonçalves, la desaparición de Carlos Souto y Luis y Guillermo D’Amico y la detención de Osvaldo Arriosti.

“Es otra oportunidad perdida, presentamos una impugnación que exigía un debate de fondo. Las causas contra Patti han avanzado, hay mucha prueba en su contra que pedimos que se analizara y también solicitamos una audiencia pública y nada de esto se produjo. Creemos que el tema exigía una discusión compleja sobre los derechos políticos de aquellas personas vinculadas con la última dictadura militar, más allá del avance en las condenas penales. Eso fue lo que señaló la Corte Suprema cuando rechazó que el Congreso excluyera a Patti. Dijo que la vía para discutir el tema era la impugnación ante la Justicia antes de que se realizara la elección. La Justicia, en cambio, nos dio una respuesta formal”, señaló a Página/12 Diego Morales, director del área legal del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales). El abogado adelantó que la decisión de Blanco será apelada ante la Cámara Nacional Electoral.

El juez respondió a la impugnación realizada por los abogados Carolina Varsky, del CELS; Ana Oberlin, de Hijos (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio), y Pablo Llonto en representación de Juana, Diego y Antonio Muniz Barreto, Gladys y Ethel Cambiaso y Gastón y Manuel Gonçalves. Y a un escrito que en el mismo sentido hizo Ana Cacopardo, de la Comisión Provincial por la Memoria.

En la presentación ante Blanco, el CELS, Hijos y Llonto aseguraron que Patti “no se encuentra legitimado constitucionalmente para presentarse como candidato a un cargo electivo de acuerdo con lo prescripto por diversas normas nacionales e internacionales, así como por la doctrina emanada de los órganos de aplicación y control del cumplimiento de los tratados internacionales de derechos humanos”.

También reseñaron casos similares abordados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Este último organismo se expidió acerca de una denuncia hecha por el general guatemalteco Ríos Montt, que alegaba la violación de su derecho a ser elegido por parte del gobierno de Guatemala. La CIDH entendió legítimas las restricciones impuestas por el derecho interno de ese país y dijo que correspondía evaluar su validez dentro del contexto histórico–político. Así, descartó la pretensión de Ríos Montt de argumentar que estaba siendo discriminado porque darle la razón hubiese significado privilegiar a aquellos que asumen el poder de manera ilegítima ante quienes lo hacen a través de procedimientos legítimamente establecidos. Agregó que no importaba que el dictador hubiera recibido una amnistía, ya que su exclusión tenía por objeto la protección y defensa del sistema democrático. Sobre este caso, Blanco resaltó que la imposibilidad de Ríos Montt de presentarse como candidato se realizó a través de una ley y no por una disposición judicial.

El CELS, Hijos y Llonto mencionaron otro hecho a tener en cuenta al analizar la impugnación de Patti: el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en sus observaciones de 1995 y 2000, recomendó a la Argentina que estableciera procedimientos adecuados, y adoptase todas las medidas necesarias con el fin de asegurarse de que aquellos integrantes de las Fuerzas Armadas y de seguridad, y aquellos funcionarios de la administración pública sobre los cuales existan pruebas suficientes de participación en violaciones a los derechos humanos no sigan ocupando un empleo en dichas fuerzas y en la administración pública. “El estándar que se exige para examinar las calidades de las personas que pretendan ejercer cargos públicos –explicaron– es menos riguroso que el que supone una condena en un proceso penal. Ello se debe, por un lado, a las anormales circunstancias en las que se desenvuelven las instituciones estatales (y en particular el Poder Judicial) durante los períodos de gobiernos dictatoriales, y por otro lado, a las dificultades materiales con las que –con posterioridad– se enfrentan los intentos por identificar, juzgar y sancionar tanto a los responsables de graves violaciones a los derechos humanos. En el caso argentino, esta excepcionalidad toma un cariz especial, tanto por la gravedad de los hechos ocurridos, como por el posterior contexto de prolongada impunidad y denegación de justicia en el que fue sumido el país por casi 30 años, con la consiguiente imposibilidad de investigación judicial y sanción penal de los responsables.”

Pero estos argumentos no convencieron al juez, que dio a Patti el mismo trato que a un delincuente común y no tuvo en cuenta la paradoja de exigir una condena cuando el mismo Estado –a través de sus tres poderes– era el que, hasta no hace tanto, impedía obtenerla. La discusión seguirá en los tribunales superiores. Si finalmente su candidatura es ratificada, al menos Patti contará sus votos desde la cárcel.

viernes, 17 de abril de 2009

Patti, candidato tumbero


EL torturador prepara su lanzamiento a diputado y hace campaña desde la cárcel.

Arenga a sus seguidores por teléfono desde el penal de Marcos Paz. Anoche los había convocado para la inauguración de una sede del Paufe en Ingeniero Maschwitz, pero le fallaron las comunicaciones. Lo acompaña toda su familia.

Por Adriana Meyer

Primero fueron las pintadas Patti 2009 en los paredones de Escobar, ahora la arenga a sus seguidores por teléfono, con la línea conectada a un altoparlante: el torturador Luis Patti hace campaña desde la cárcel. Para eso se habían reunido durante la inauguración de una nueva sede del Partido Unidad Federalista (Paufe) quienes lo siguen. Lo mismo había ocurrido ya en noviembre, pero esta vez no pudo ser. “En Marcos Paz los teléfonos públicos son satelitales y hay problemas para comunicarse”, dijo a Página/12 su hijo Luis, ya lanzado como candidato a concejal.

Aunque el Congreso impugnó su diploma de diputado electo obtenido en 2005 e impidió que asumiera en una banca y en 2007 le quitó los fueros a pedido de la Justicia, el represor no se da por vencido y vuelve a la política. Y para eso trabajan todos los Patti mientras él da órdenes y escribe discursos en el pabellón de lesa humanidad de la cárcel de Marcos Paz. Está detenido allí desde noviembre de 2007 por haber secuestrado al ex diputado justicialista Diego Muniz Barreto y su colaborador José Luis Fernández, por el homicidio de Gastón Gonçalves, las desapariciones de Carlos Souto y los hermanos Luis y Guillermo D’Amico y por la detención ilegal de Osvaldo Arriosti. La Cámara de Apelaciones confirmó su procesamiento y la fiscalía ya pidió el juicio oral.

La cita anoche era a las 20 en Maipú y Entre Ríos, en Ingeniero Maschwitz, y estaban todos: sus hijos Ignacio, Luis (que es concejal de Pilar y quiere renovar mandato) y Maximiliano, director de Turismo de la Municipalidad de Escobar, además de su mujer, Elizabeth Ferraro, y su suegra, la diputada mandato cumplido Nélida Manzur. En noviembre dicen haber juntado 700 personas; anoche había menos de la mitad cortando la calle y bailando al ritmo del jingle de campaña con ritmo tropical: “Vamos con Patti, todos a ganar”. Los afiches ya fueron impresos con la imagen de Luis Patti padre e hijo y adornaban tanto la casa partidaria que estaba a punto de ser inaugurada como la camioneta roja de campaña. Mientras una señora muy maquillada y con batido de peluquería entregaba corazones de cartulina amarillos con el apellido del torturador escrito en fibra negra, otra militante paufista ofrecía jugo a los presentes. Pocos pero ruidosos, se ovacionaron a sí mismos a medida que el locutor nombró sus barrios.

“La gente nos dijo que quiere volver a la época de Patti, que estaban más contentos, cada vecino tenía una solución cuando venía a la intendencia y no se castigaba a nadie por la forma de pensar”, dijo Luis Patti hijo, a la hora del discurso. “Mi padre nos enseñó a cambiar la política desde adentro, por eso estamos formando una nueva dirigencia”, agregó. Un rato antes había practicado su rol de político en campaña manteniendo un diálogo con el cronista de CQC. “Nada cambió, su padre se vinculó siempre a la gente con un aparato eléctrico”, quiso bromear el notero, en alusión a la picana y a la comunicación telefónica desde la cárcel que no se produjo. “Bueno, como vos con el micrófono”, replicó el hijo del procesado por violaciones a los derechos humanos. “La de su padre sí que es una candidatura testimonial”, siguió Pablo Camaití, a lo que su entrevistado respondió: “Es un preso político”.

–Le regalo un slogan de campaña, Patti no le va a robar porque ya está preso –dijo el enviado de CQC.

–Es tu opinión. Está preso por otra cosa –contestó Luis Patti hijo.

–Por delitos de lesa humanidad, secuestros y homicidios –intervino esta cronista.

–Sí, bueno, eso lo va a decidir el juez. Si me disculpan...